Que las palabras sean más lentas que las balas,
que las baladas ya no sean para dos.
Que tus latidos que antes eran de cualquiera
ahora solamente suenan por amor.
Que el prisionero ya no pose con cadenas,
que las melenas no son sólo Rock and Rol.
Que una moneda nunca compre un sentimiento
pues, si de algo me arrepiento,
es de haber comprao' tu amor.
Y que la falda sea tan corta como quieras,
que el problema es del que mira
y no encuentra explicación.
A mí me preocupan más los niños que mueren de hambre
pero, si me apuras, me dan más pena sus madres.
Perdonen, sus gobernantes, esta mía ignorancia,
no entiendo que en pleno año dos mil
a mil kilómetros de aquí
se están muriendo de hambre.
Que la metralla se convierta en chocolate
para comerla o fumarla qué mas dá.
Y que mi hijo sea del sexo que sea
tenga una salud de hierro y se parezca a su papá.
Y que en la vida no se pierdan las pateras,
que los desastres naturales se repartan.
Que el perro flaco parece todo son pulgas.
Nunca he visto un maremoto arrasar Quinta Avenue.
Y que las ropas estén sucias o estén rotas
casi nunca están reñidas con tener buen corazón.
A mí me preocupan más los niños que mueren de hambre
pero, si me apuras, me dan más pena sus madres.
Perdonen, sus gobernantes, esta mía ignorancia,
no entiendo que en pleno año dos mil
a mil kilómetros de aquí
se están muriendo de hambre.
Se están muriendo de hambre y no les damos de comer,
nos lo gastamos todo en tanques pa' podernos defender.
¿De qué? ¿de quién?
De vuestros putos ombligos mercenarios, arrogantes.
Que se den por aludidos, son los putos asesinos que
los estais matando de hambre.
que las baladas ya no sean para dos.
Que tus latidos que antes eran de cualquiera
ahora solamente suenan por amor.
Que el prisionero ya no pose con cadenas,
que las melenas no son sólo Rock and Rol.
Que una moneda nunca compre un sentimiento
pues, si de algo me arrepiento,
es de haber comprao' tu amor.
Y que la falda sea tan corta como quieras,
que el problema es del que mira
y no encuentra explicación.
A mí me preocupan más los niños que mueren de hambre
pero, si me apuras, me dan más pena sus madres.
Perdonen, sus gobernantes, esta mía ignorancia,
no entiendo que en pleno año dos mil
a mil kilómetros de aquí
se están muriendo de hambre.
Que la metralla se convierta en chocolate
para comerla o fumarla qué mas dá.
Y que mi hijo sea del sexo que sea
tenga una salud de hierro y se parezca a su papá.
Y que en la vida no se pierdan las pateras,
que los desastres naturales se repartan.
Que el perro flaco parece todo son pulgas.
Nunca he visto un maremoto arrasar Quinta Avenue.
Y que las ropas estén sucias o estén rotas
casi nunca están reñidas con tener buen corazón.
A mí me preocupan más los niños que mueren de hambre
pero, si me apuras, me dan más pena sus madres.
Perdonen, sus gobernantes, esta mía ignorancia,
no entiendo que en pleno año dos mil
a mil kilómetros de aquí
se están muriendo de hambre.
Se están muriendo de hambre y no les damos de comer,
nos lo gastamos todo en tanques pa' podernos defender.
¿De qué? ¿de quién?
De vuestros putos ombligos mercenarios, arrogantes.
Que se den por aludidos, son los putos asesinos que
los estais matando de hambre.